Esta primera parte de la guía antiescaras en la que aprenderemos qué son y cómo prevenirlas, surge tras la gran cantidad de consultas recibidas sobre este tema.
Esta dolencia con la que están muy familiarizadas las personas del ámbito sanitario y/o que trabajan a menudo con gente mayor o dependiente, puede resultar una absoluta desconocida para muchos. Y no es hasta el momento en el que se encuentran al cuidado de un familiar, que conocen de la existencia de estas lesiones y, para ese momento, es muy fácil que nos sintamos abrumados y algo perdidos ante lo que está pasado. Con esta serie de posts queremos dar toda la información necesaria para aprender un poco más de este problema y así estar más preparados.
Así pues, ¿por dónde empezar?
Ante este tipo de situaciones, y siempre que estemos delante de un problema sanitario, lo primero que hemos de hacer es consultar con el especialista que mejor nos pueda informar y/o guiar. En este caso, podemos preguntar a nuestro médico o enfermera para ver qué nos aconseja dependiendo de nuestra situación particular. Ellos son quienes mejor nos van a poder indicar qué es lo que debemos hacer y será muy importante seguir las pautas que nos marquen puesto que, al final, son quienes están especializados en ello y quienes pueden ajustar esos conocimientos a la situación concreta del paciente.
Por otro lado, leer acerca de lo que nos está pasando para tener más información siempre puede ser de gran ayuda. En este caso, saber qué es una escara, por qué se forman o cómo se clasifican, pueden ser puntos de partida muy útiles, y es precisamente eso lo que vas a encontrar en este artículo.
Tabla de contenidos
¿Qué son las Úlceras Por Presión (UPP) o escaras?
Las escaras o úlceras por presión son llagas o heridas en la piel y el tejido subyacente que se forman en aquellas zonas que están expuestas a la presión constante, en este caso del propio cuerpo.
Se dan con más facilidad en personas mayores o dependientes, que pasan largos periodos de tiempo en la misma posición. En el caso de personas mayores, además, la pérdida de masa muscular, una peor circulación sanguínea y la deshidratación típica de la gente mayor al ir perdiendo la sensación de sed, son factores que les hacen todavía más propensos a padecer esta dolencia.
Dependiendo de la persona y, sobre todo de la postura en la que pase la mayor parte del tiempo, las úlceras por presión (UPP) pueden aparecer en distintas zonas, pero las áreas más comunes son: glúteos, talones, caderas y codos. Llegando a aparecer incluso en la cabeza.
Otros factores como que la piel esté durante muchas horas expuesta a la humedad directa también favorecen su aparición. Por lo que en personas que sufren de incontinencia o que están en ambientes mal ventilados o sin una correcta higiene tienen más posibilidades de acabar desarrollando escaras.
Distintos grados
Las escaras o úlceras por presión, se categorizan según su gravedad en diferentes grados que van del I al IV, siendo el grado I el más leve y el IV el más grave.
Comprender los diferentes grados es de vital importancia para poder tomar medidas y/o buscar atención médica en caso necesario. Además, hemos de tener en cuenta que cada grado requiere una atención específica. Aunque como resumen podemos decir que la prevención y la vigilancia son clave para mantener la salud de la piel y prevenir complicaciones relacionadas con esta dolencia.
Grado I
En este estadio, las escaras son superficiales y afectan únicamente a la capa externa de la piel. Se observa enrojecimiento, calor y dolor en la zona afectada. En este grado, es de vital importancia el tomar medidas de prevención para evitar así que la escara progrese a un grado más alto.
Grado II
En el grado II, la úlcera afecta tanto a la epidermis como a la dermis, que ya se puede apreciar cómo está dañada parcialmente. Este grado puede manifestarse con ampollas o úlceras abiertas y la atención médica es necesaria para evitar complicaciones.
Grado III
Aquí, la dermis está totalmente dañada. Las escaras de grado III son úlceras con bordes definidos que penetran profundamente en la piel y el tejido subyacente, incluso haciendo visible la grasa subcutánea.
En este estadio es fundamental que se realice un tratamiento adecuado de las heridas, además de prevenir la aparición de úlceras nuevas y/o la infección de las ya existentes.
Grado IV
Este es el grado más alto en la clasificación de escaras.
En este punto, las úlceras son extremadamente graves y pueden afectar al músculo, tendón o hueso. La dermis está totalmente dañada puesto que la herida es profunda y la posibilidad de que esta esté infectada es bastante alta. Es de vital importancia que se reciba atención médica urgente.
Prevención
Pese a tratarse de una dolencia que, si no se trata, puede acabar siendo grave, el saber cuáles son los factores que incrementan su aparición nos permite también, de forma sencilla, conocer qué acciones podemos llevar a cabo para prevenir su aparición. Así pues:
Cambios de posición
Puesto que el estar muchas horas en la misma postura es uno de los motivos por los cuales las escaras aparecen, el cambiar de posición con regularidad es esencial. Esto alivia la presión en las zonas más propensas a las escaras, al tiempo que favorece la circulación sanguínea.
Limpiar y secar la piel
La piel húmeda es más susceptible a las escaras. Por ello es imprescindible que la piel se seque de forma adecuada, que se mantenga a la persona limpia y que la ropa y la ropa de cama se cambie con asiduidad para que la persona esté expuesta a la humedad lo menos posible.
Llevar una buena dieta
Una dieta equilibrada y rica en proteínas y vitaminas ayudará a mantener la piel saludable, al tiempo que permitirá que el cuerpo mantenga una composición corporal adecuada que le hará ser más resistente y menos propenso a la aparición de úlceras.
Uso de productos preventivos
Actualmente existen en el mercado gran cantidad de productos específicos que, junto con el resto de pasos, pueden ayudarnos y marcar una gran diferencia en la prevención y tratamiento de las escaras.
Desde colchones a cojines antiescaras, pasando por taloneras y calcetines o incluso cremas que ayudan a controlar la humedad en la piel, la gama de productos específicamente diseñados para esta dolencia son verdaderamente amplios.
A estos podemos añadir otros productos que nos pueden ayudar de manera indirecta, como: empapadores, pañales desechables, etc.
La escala Braden: el TEST para conocer el riesgo de padecer escaras
En 1985 Barbara Braden y Nancy Bergstrom desarrollaron una escala, conocida como Escala de Braden, en un proyecto de investigación en centros sociosanitarios. En ella, aunaron de forma esquemática todos los conocimientos existentes sobre úlceras por presión.
La escala se puede entender en dos grupos que, a su vez, constan de tres apartados a tener en cuenta:
- Por un lado mide la exposición intensa y prolongada a la presión. Para ello se centra en:
- percepción sensorial
- exposición de la piel a la humedad
- actividad física
- Por otro lado mide la tolerancia de los tejidos a dicha presión. Teniendo en cuenta factores como:
- movilidad
- nutrición
- roce y peligro de lesiones (fricción y cizallamiento).
En internet se pueden encontrar infografías muy sencilla en las que, a través de un sistema de puntos, podemos clasificar cómo de alto es el riesgo de aparición de UPP. Uno de los que más nos gusta a nosotros es el que tiene Enfermería Creativa en su página. Os invitamos a que visitéis su página en caso de que queráis realizar el test y conocer un poco más cuál es vuestra situación particular y así poder aplicar las medidas de prevención y/o los tratamientos necesarios.
Referencias bibliográficas
- Dantas, D. V., & Barros, I. M. D. (2016). Risk factors for pressure ulcer development in critically ill patients: A systematic review. Revista Brasileira de Enfermagem, 69(6), 1185-1194. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5098472/
- National Pressure Ulcer Advisory Panel (NPUAP). (2014). Pressure Ulcer Stages Revised by NPUAP. https://www.in.gov/health/files/Pressure_Ulcer_Stages_Revised_by_NPUAP.pdf
- Kottner, J., Cuddigan, J., Carville, K., Balzer, K., Berlowitz, D., Law, S., & Gefen, A. (2017). Prevention and treatment of pressure ulcers/injuries: The protocol for the second update of the international Clinical Practice Guideline 2019. Journal of Tissue Viability, 26(3), 157-172. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27749790/
- Apex Medical Corp. (Año). Triptico DOMUS [Triptico DOMUS_es_sin marcas]. https://www.apexmedicalcorp.com/proimages/draft/Triptico%20DOMUS_es_sin%20marcas.pdf