Barbacoas: las cuatro mejores guarniciones
Barbacoas: las cuatro mejores guarniciones. Una buena guarnición para las barbacoas debe ser ligera, nutritiva, digestiva y depurativa para compensar y equilibrar una comida más copiosa de lo habitual.
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Por MAITE ZUDAIRE 2 de agosto de 2013
Vegetales crudos, verduras de hoja verde, vegetales fermentados y frutas tropicales resultan unas guarniciones poco frecuentes para barbacoas, pero que ayudan en la digestión.
Las barbacoas son una tendencia -casi tradición- ligada a las comidas y las cenas veraniegas. Costillas, chuletas, salchichas, hamburguesas…
Al encender la brasa, las carnes rojas o sus derivados, como los chorizos y las butifarras, se mantienen como la principal elección.
El denominador común de estas piezas, además de ser tentadoras y sabrosas, es que suponen un impacto para las arterias.
Todas ellas contienen grasas saturadas, colesterol, bastante sal y calorías.
Por esta razón, en una barbacoa es importante escoger los alimentos adecuados para diseñar un menú lo más saludable posible, que compense el plato fuerte del día y ayude a la digestión. En este artículo, se reseñan las cuatro mejores guarniciones.
1. Vegetales crudos: imprescindibles en las barbacoas
Los vegetales crudos ayudan a digerir mejor las carnes
Los vegetales crudos, que podemos presentar en forma de ensalada, son idóneos para las barbacoas veraniegas.
Reúnen varias condiciones que les hacen destacar como guarniciones que equilibran los típicos platos de carnes y pescados -en ocasiones muy contundentes- tan comunes en los asados al aire libre. Entre ellas, destacan las siguientes características:
Su escaso valor energético compensa el exceso de calorías, grasas y proteínas que proporcionan las carnes y los derivados cárnicos.
Proveen de nutrientes reguladores, como ciertas vitaminas que se precisan para favorecer la digestión y el metabolismo de las proteínas, los nutrientes sobresalientes de carnes, pescados y mariscos.
Los vegetales frescos y naturales, como las ensaladas y las frutas, junto con los fermentados, son los alimentos más ricos en enzimas, que tienen semejanza con las enzimas digestivas y se requieren para que los alimentos sean más aprovechables por el aparato digestivo.
Las ensaladas con hortalizas de temporada, como el tomate, el pepino o variedad de lechugas de colores permiten un sinfín de combinaciones refrescantes y apetecibles.
2. Barbacoas y verduras de hoja verde
Las verduras de hoja verde contienen nutrientes que mejoran el funcionamiento del hígado
Las verduras verdes son más específicas para la nutrición del hígado, algo fundamental ya que el funcionamiento correcto de este órgano es decisivo en los procesos de digestión de las grasas, nutrientes comunes en las carnes típicas de las barbacoas (salchichas, embutidos, brochetas de ternera y cerdo, panceta…).
Crudas son ricas en enzimas que no solo mejoran las digestiones, sino que ayudan en la destrucción de microbios patógenos y regulan procesos químicos como la detoxificación.
Las verduras verdes (espinacas, escarola, berros, endibias…), además de cumplir este perfil, contienen ciertas vitaminas y compuestos específicos que permiten una mejor funcionalidad hepática. Algunas propuestas de entrantes o acompañamientos son:
Ensalada de espinacas crudas o templada con setas…de endibias, zanahoria, manzana, nueces y pasas…de berros con frutos secos o con espinacas.
3. Vegetales fermentados para digerir mejor una barbacoa
Las bacterias de la fermentación, junto con las enzimas, explican el carácter digestivo de estos alimentos
Comer demasiada proteína animal tiene respuesta en el aparato digestivo.
Con frecuencia, las digestiones son más lentas, más pesadas, e incluso, es común la acidez a las pocas horas de haber terminado de comer.
En los países de Centroeuropa, donde la costumbre de comer carne como plato principal está muy arraigada, un acompañamiento que no falta es el chucrut o col fermentada.
Elaborar esta receta en casa no tiene mayor complicación.
El único secreto es prever que requiere unos días de maceración para que surja la fermentación acido-láctica.
Este proceso bioquímico permite que se sinteticen enzimas digestivas similares a las de nuestro estómago, necesarias para la digestión de las proteínas (el nutriente más abundante en las carnes).
Junto con las enzimas, las bacterias que se forman en la fermentación explican que este alimento mejore la función digestiva.
El chucrut se convierte en una guarnición interesante de las carnes asadas al horno o a la brasa, o de una comida de excesos, más cuando se tiene dispepsia u otras dolencias digestivas.
Además, el sabor particular de los alimentos fermentados, una combinación equilibrada entre lo dulce y lo agrio, da un contrapunto apetecible al gusto más salado, ahumado y fuerte de las carnes asadas a la brasa.
4. Frutas tropicales, colorido para las guarniciones
Una brocheta de fruta de temporada o unos miniboles de macedonia servidos como entrante, guarnición o postre, resulta una combinación acertada para compensar en lo digestivo y en lo nutritivo el resto del menú de barbacoa.
La mezcla de frutas u hortalizas con piña o con papaya es interesante para sacar partido a las enzimas proteolíticas naturales que contienen estas frutas tropicales.
Servir un cortante de granizado de piña, un sorbete de papaya o un batido a mitad de la comida (o como postre) también ayuda a la digestión, al igual que comenzarla con una fresca ensalada vegetal, con trozos de piña natural o papaya.
