BBC reporta el hallazgo de una droga que retrasa el proceso de envejecimiento. Este fármaco suele emplearse para impedir el rechazo de órganos trasplantados, pero además parece luchar contra el envejecimiento del ADN.

Un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine señala el beneficioso impacto de un compuesto conocido como sirolimus o rapamycin. El fármaco se elabora en base a una sustancia descubierta en la Isla de Pascua y actúa eficazmente como inmunosupresor.

Un equipo de científicos del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, la Universidad de Maryland, el Hospital General de Massachusetts y la Escuela Médica de Harvard, confirma que podría utilizarse para combatir una extraña enfermedad genética infantil. El síndrome de Hutchinson-GIlford o progeria es un mal que acelera el envejecimiento. Los niños con esta enfermedad envejecen ocho veces más rápido que lo normal y comienzan a presentar síntomas típicos de los ancianos a causa del aumento de la progerina, una proteína que el cuerpo produce más y más a medida que la vejez avanza.

Los últimos estudios indican que la droga aplicada tanto en pacientes como en animales contribuyó a reducir la progerina acumulada en las células.

Estos son los primeros pasos hacia una vida longeva con menor degeneración celular. ¿Panacea universal? ¿Elixir de la vida eterna?

La clave está en la manipulación genética. Anteriormente, otros estudios habían demostrado que el rapamycin había alargado la vida en animales.

¿Será posible finalmente remover la sustancia que destruye al organismo? La nueva droga promete juventud.

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