Cuando hablamos de actividades cotidianas pensamos entre otras cosas en ir al banco, al médico o a una charla que se organiza en nuestro barrio. Son cotidianas porque son habituales en nuestras vidas, pero para algunos suponen un gran esfuerzo y agradecen encontrar un apoyo. Voluntarios de Cruz Roja echan una mano a unas 30 personas, en su mayoría ancianos, acompañándolos y apoyándolos en estas actividades, dentro del programa de la ONG en Teruel de ayuda a domicilio complementaria.
No es un programa nuevo pero en 2010 se ha retomado después de varios años, gracias a un grupo de unos quince voluntarios.
La dinámica es sencilla, según explica la trabajadora social de Cruz Roja, Mª José Muñoz: “el usuario o los trabajadores sociales de los distintos centros se ponen en contacto con nosotros para trasladarnos la necesidad y nosotros hablamos con los voluntarios para ajustar horarios, según la disponibilidad de cada uno”.
Es un trabajo muy útil para los usuarios y gratificante para los voluntarios, recuerda Muñoz, que ilustra con más ejemplos esta colaboración: acompañarles al cine, leerles un libro porque hay gente a la que le gusta la lectura pero que por sus circunstancias no puede leer y hacer compañía. “Se trata de apoyar actividades que le permiten al anciano integrarse en el entorno en el que vive y también en su hogar“, añade Muñoz, “ayudándoles a realizar pequeños trabajos manuales o, por ejemplo, ordenar un álbum de fotos”.
El programa está abierto y todos los interesados en ser voluntarios o usuarios pueden contactar con Cruz Roja en Teruel