A medida que avanzan los años, nuestra memoria no suele ser igual de buena que cuando éramos jóvenes. Pero eso no significa que, independientemente de la edad que tengas, puedas trabajar e idear pequeños trucos y consejos para ejercitar la memoria, y mantenerla ágil y rápida en todo momento.
Nuestro cerebro tiene la capacidad de crear nuevas células y conexiones neuronales. Es lo que se conoce como “neuroplasticidad” – la capacidad de nuestro cerebro de cambiar, crecer y mejorar, a la vez que nuestra memoria se ve reforzada.
Sin embargo, el cerebro necesita los estímulos adecuados para mantenerse ágil y en forma. Para ello, un estilo de vida sano y unos hábitos saludables resultan fundamentales y tienen un gran impacto en la salud de nuestro cerebro y nuestro bienestar cognitivo, incluida nuestra memoria.
Una mala dieta, falta de sueño, falta de ejercicio, o el estrés son algunos ejemplos que pueden provocar que la salud de nuestro cerebro se vea perjudicada.
Además, es bien sabido que mantener y ejercitar nuestra memoria y nuestra salud cognitiva, puede ayudar a paliar y ralentizar el progreso de los síntomas de enfermedades cognitivas como el Alzheimer o la demencia.
10 hábitos para mejorar la memoria
1. Dieta equilibrada y Nutrición
El viejo refrán de “Eres lo que comes” no podría tener más razón en este caso. La dieta que comemos juega un papel crucial en la salud de tu memoria. Una dieta que incluye alimentos frescos en vez de procesados, baja en azúcar y alta en grasas saludables como el omega-3 es muy beneficiosa para la salud de tu cerebro.
La dieta Mediterránea es sobradamente conocida en ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y a mejorar la memoria a largo plazo.
Las dietas Ketogénicas (bajas en carbohidratos y altas en grasas saludables) también han demostrado ser beneficiosas para mejorar la memoria y mantener un cerebro saludable.
Algunos alimentos en particular han demostrado ser un gran refuerzo para la memoria. Las nueces y los arándanos por ejemplo, mejoran en gran medida la función cerebral, la memoria y la concentración.
En concreto las comidas ricas en Luteína (un tipo de vitamina relacionada con los betacarotenos y la Vitamina A) como la col, las espinacas, los aguacates y los huevos, pueden actuar contra el envejecimiento cognitivo y la pérdida de memoria.
El apio, el brócoli y la coliflor contienen antioxidantes que protegen la salud de nuestro cerebro y estimulan la producción de nuevas células cerebrales.
2. Ejercicio
Un cuerpo sano es una mente sana, como se suele decir. Si quieres que tu mente se mantenga fuerte, necesitarás mantenerte activo para que tu cuerpo se mantenga fuerte también.
Hacer ejercicio o alguna activada que requiera un cierto esfuerzo físico incrementa los niveles de oxígeno al cerebro y facilita la liberación de ciertos químicos beneficiosos. Además disminuye el estrés y ayuda a que duermas mejor.
Además el ejercicio aeróbico mejora la circulación y el flujo sanguíneo hacia el cerebro.
Existen estudios que han demostrado que las personas que realizan ejercicio de forma habitual mejora y expande la capacidad de memoria del cerebro entre un 1% y un 2% al año.
3. Sueño y descanso
Los científicos están de acuerdo en que mientras dormimos, optimizamos y consolidamos la nueva información adquirida durante el día en nuestra memoria.
Un adulto normal necesita entre 7 a 9 horas de sueño cada noche para un descanso físico y mental óptimo.
Intentar mejorar nuestra calidad del sueño es una de las primeras cosas que podemos comenzar a hacer para mejorar la retención de información.
Una sola noche de falta de sueño puede perjudicar enormemente nuestra habilidad para pensar de forma clara el día siguiente. Dos o tres noches seguidas sin el suficiente sueño pueden afectar muy negativamente a nuestro cerebro.
4. Siestas
Muy relacionado con lo anterior – hay estudios que han concluido que los adultos mayores de 65 años que duermen una hora de siestas por las tardes han mejorado en los resultados de varios test de memoria.
5. Juego de memoria
Al igual que los músculos se hacen más fuertes con el uso, la memoria y las habilidades cognitivas también.
Si no estimulamos y retamos a nuestra memoria con nueva información, tarde o temprano nuestra memoria terminara por estancarse y deteriorarse.
Recientes estudios demuestran que las neuronas se estimulan adquiriendo y procesando nueva información. Si proporcionas a tu cerebro nueva información y el estimulo que necesita, estarás combatiendo la pérdida de memoria.
Existen páginas web dedicadas enteramente a proporcionar juegos para entrenar la memoria en personas mayores (y no tan mayores). Además, hacer un crucigrama o un sudoku al día también puede ser una excelente solución, y el periódico siempre suele estar lleno de juegos y puzles para la memoria.
6. Cartas y juegos de mesa
Cualquier juego de cartas, desde el más sencillo al más complejo, requiere que cuentes, calcules y pienses. Asimismo, juegos como el ajedrez o el Scrabble también son excelentes ejercitadores para la memoria.
7. Lectura
La lectura es una de las actividades más sencillas para estimular tu cerebro. Puede resultar interesante, entretenido e informativo, y requiere que prestes atención y te mantengas concentrado.
Revistas, periódicos o novelas son artículos muy accesibles hoy en día, que incluso puedes acceder a través de cualquier ordenador.
8. Practicar un nuevo pasatiempo
Desde aprender a tocar un instrumento musical, hasta tomar clases de arte o pintura o hacer algún curso de fotografía, todo son actividades excelentes que proporcionan un gran estímulo a nuestros cerebros.
Y es que con el aprendizaje de cualquier habilidad o pasatiempo tu cerebro está aprendiendo y absorbiendo una cantidad enorme de información. La clave está en encontrar una actividad con la que disfrutes y en la que puedas invertir tu tiempo y tu atención.
9. Baile
El baile tiene un impacto significativo. Es divertido, es una buena manera de hacer ejercicio, es una actividad social, y además requiera coordinación y memoria para practicar los pasos y los movimientos.
Puede ser una buena forma de combatir la depresión y el estrés.
10. Relajación y control del estrés
Aprender a relajarse, a desestresarse y a meditar son formas clínicamente probadas que mejorarán tu memoria. Cuando estamos en calma pensamos con mayor claridad y nos ayuda a retener mejor la información.
Cuando estamos estresados o nerviosos, tendemos a ser más olvidadizos y a cometer más errores. La calma nos ayuda a pensar con mayor claridad.
Cómo seguir conservando nuestra memoria
Una dieta saludable, hacer ejercicio de forma regular, dormir bien, manejar nuestros niveles de estrés y proporcionar estímulos a nuestra memoria será, a largo plazo, lo que termine por beneficiar más a nuestra memoria.
